Estamos ante un usuario y un cliente crítico, dueño de opiniones y que publicita en redes sociales y plataformas digitales sus recomendaciones, un cliente que decide después de observar, preguntar o comparar.
Estamos ante una pregunta que cada vez cobra más importancia: ¿Qué puedo ofrecer a mi cliente para convencerle de que visitar mi destino será una experiencia única? La respuesta ya no puede basarse en sistemas de captación basados únicamente en la promoción del destino, la respuesta debe basarse en datos del histórico de ese cliente.
Aquí es donde cobra más importancia la experiencia de cliente y la satisfacción, tenemos que convertir a nuestro cliente en prescriptor de nuestro destino turístico: debemos transformar nuestros procesos de captación para conseguir la recurrencia.
DESTINOS TURÍSTICOS INTELIGENTES
También comparten técnicas de procesamiento de la información. El Big Data tiene la amplitud de datos para incluir almacenamiento en la nube de redes sociales, buscadores, correos, formularios, datos Open Data, y también datos procedentes de tecnología SMART como redes automatizadas de sensores de tráfico, por sistemas de geolocalización y operadores móviles.
Este BIG Data hace necesaria la aplicación de nuevas técnicas de procesamiento distribuido y el uso de modelos de datos no relacionales (NoSQL) para tratar con datos no estructurados.
Para alcanzar un conocimiento más profundo de la información que sea eficiente y eficaz en la toma de decisiones a la hora de gestionar el destino, es necesario la implantación de una tecnología que aproveche de forma óptima los datos. No es necesario el procesamiento de un gran volumen de datos, sino de los datos inteligentes, aquellos que nos darán la información necesaria para poder mejorar las estrategias de promoción, la captación y la conversión.